Título: La princesa
Autor: Loreto Sesma
Editorial: Espasa
Año de publicación: 2019
Nota: 4/5
SINOPSIS: Imagina un Maquiavelo del siglo XXI. Imagina que además es mujer. Y que escribe La princesa. Pues aquí está.
Todo empieza con el principado que heredamos las mujeres: un par de cromosomas XX que marca nuestro camino para siempre y sentencia algunos hitos de nuestra vida.
Encontrar una X en una ecuación asusta, porque inevitablemente plantea un problema.
Pero también exige una solución.
OPINIÓN PERSONAL: Me introduje en este libro sin saber bien qué iba a encontrarme. Como sabéis eso es un riesgo que a veces corremos. Unas veces sale bien y otras sale mal.
En este caso debo decir que se trata de una lectura agradable. Y es que el libro cuenta con unas ilustraciones preciosas que acompañan las ideas que Loreto quiere dejarnos en la mente. Creo que es un acierto hacerlo de esta forma, porque muchas frases acaban volando en tu cabeza durante horas, y esas instantáneas endulzan las palabras y los silencios.
Este libro es para pensar, pero también para dejarse llevar. Se cuentan cosas sobre mujeres que luchan por sacar adelante un negocio en tiempos de hombres. Mujeres que dan a luz a mujeres, y se plantean en qué mundo les tocará vivir a ellas. Mujeres que se sienten débiles por los prejuicios de otras mujeres, y que no se reconocen en el espejo por todas sus debilidades y todos sus fantasmas.
Creo que se necesita mucho hablar de todo lo que aquí aparece, porque aunque pase el tiempo y creamos que hemos conquistado la igualdad, muchas sabemos que no es así. La necesidad de reivindicar nuestra fuerza es algo que aún hace falta en una sociedad que sigue sin dejarnos nuestro sitio ni darnos nuestro merecido reconocimiento. A veces las palabras son las que preceden a los actos, y esta serie de historias que nos plantea Loreto ayudan a que veamos que tras muchos siglos nuestro papel sigue siendo secundario, aunque nos merezcamos ser un personaje principal.
Madre, hija, hermana, amiga, confesora, apoyo, luchadora… creo que todas nos sentimos una cebolla de muchas capas, todas ellas necesarias para dar forma a algo mágico. Sin embargo, nos vemos frágiles y nos sentimos en deuda muchas veces con situaciones que no se les plantean igual a nuestros compañeros de viaje.
El camino para querernos y aceptarnos aún sigue siendo largo, y tenemos que ser conscientes de que no podemos desfallecer. Por eso he agradecido tanto la lectura de estas páginas.
Con permiso de la autora os voy a dejar unas frases que me hicieron pensar y sentir a partes iguales:
- “Mi madre se imagina entonces, mientras yo aprieto su dedo índice contra mi pequeña palma de la mano, todos los logros que podré alcanzar, pero no será hasta la primera vez que me haga una herida cuando descubra que también sentirá cómo una parte de ella se quiebra cada vez que yo sufra”
- “Tener un hijo es un paréntesis en tu vida que ya nunca más se cierra”
- “Se aprende a amar. Del mismo modo que uno se inicia en el gateo para acabar planeando carreras, se tiene que descifrar qué significa el amor y aplicar a propia acepción. Se aprende a amar a partir del conocimiento paulatino del yo, solo así se podrá proyectar en un nosotros”
Si os dejáis seducir por este libro, me encantaría que me comentaseis qué os ha parecido en comentarios.