En busca del alba (Desafía la noche, #2)

Título: En busca del alba (Desafía la noche, #2)

Autor: Brigid Kemmerer

Editorial: Puck

Año de publicación: 2023

Nota: 3/5

  SINOPSIS: Tessa Cade ha pasado de ser una proscrita a consejera del palacio, pero incluso con su recién descubierto poder, no puede detener la enfermedad que todavía se sigue propagando. El príncipe Corrick está intentando gobernar de una manera diferente, pero no es fácil reparar la grieta que existe entre la realeza y el pueblo; ni la que va creciendo entre Tessa y él.

Con los suministros de flor de luna agotándose, Tessa se embarca con el príncipe Corrick en un viaje incierto al misterioso reino vecino de Ostriarty. Esta podría ser su única oportunidad para salvar a la gente de Kandala, pero supondría un peligro incalculable tanto para Tessa como para el príncipe, mientras viajan por aguas peligrosas y se enfrentan a los sentimientos que tienen el uno por el otro. Nadie es quien parece ser, y las consecuencias serán peligrosas e impredecibles.

Ha llegado la hora de alzarse y defender el alba.

  OPINIÓN PERSONAL: La segunda parte de este libro partía para mí con unas altas expectativas. Esperaba, por un lado, que la parte de intriga política y referente a las revueltas avanzase. Por otro, que la relación entre Tessa y Corrick se solidificase. Y, finalmente, que Harristan se empoderase como el dignatario que está llamado a ser. 

Si bien varios de estos aspectos avanzan, no he sentido que en realidad este libro de un paso decisivo en la concreción de la trama. En mi opinión, la autora lo utiliza de relleno, introduciendo además nuevos territorios y personajes, para guardarse los ases de cara a la tercera y última parte de la saga que ya está publicada en inglés.

Con eso podréis imaginar el por qué de mi nota, pero os voy a dar algunos detalles más. 

La historia arranca en el punto que lo dejamos, es decir, concretando qué pasa en el gobierno de Kandala tras los últimos acontecimientos que vivimos en “Elixir de la flor de luna”. A ese respecto, nada que decir más allá de que resulta útil para situarnos en lo que está por venir, pero que no aporta gran cosa adicional al lector. 

Antes de que termine el primer tercio del libro aparecerá un nuevo personaje en acción: el capitán Blakemore, Rian. Con él se van a abrir dos frentes en la historia. Por un lado tendremos nuevas incógnitas, ya que se revela como una especie de “espía-pirata” que mandaron los difuntos reyes, es decir, los padres de Harristan y Corrick a hacer tratos con Ostriario. Ahora regresa pidiendo acero a cambio de la flor de luna, algo del todo inesperado por su importancia dado el momento de escasez que viven en Kandala y los aranceles que se pretenden exigir para el enriquecimiento del cónsul que controla la zona de cultivo de esta. Por otro, tenemos una tensión creciente entre él y Corrick, fruto de la desconfianza mutua que se profesan. Esto se incrementará ya que ambos deberán compartir viaje en el Perseguidor del alba, el barco de Rian que vuelve a casa.

Esa parte, la relativa a la navegación es la que se me ha hecho más bola. La verdad es que el libro plantea un nudo denso y lento en ritmo que, si bien tiene algún punto de intriga y confrontación entre unos y otros, acaba deteniéndose en exceso en elementos superficiales que, a mi parecer, distraen al lector de la verdadera clave de la narración. 

Hablando de personajes, y antes de pasar a los plot twist finales, no quiero olvidarme de mencionar a Lochlan. Ya le conocimos en el primer libro, pero en esta continuación gana peso en la trama conforme avanzamos hacia el desenlace. Su visión de lo que está sucediendo se complementa con Karri, a la que también tendremos la ocasión de ver en varios momentos claves de la historia, y de alguna manera humanizarán y personalizarán más a ese bando rebelde que calienta motores para el tercer libro. 

A este respecto también decir que el desarrollo de Harristan en la segunda mitad de la historia me ha gustado mucho. Por fin se empodera como el mandatario que está llamado a ser, y se acerca a algunos personajes clave como Quint (que es de mis favoritos). Además de romper con ese escudo que le proporciona su hermano para ciertas cuestiones, lo que dejará al descubierto cuál es el Rey que desea ser y cómo y hasta dónde va a llegar para conseguirlo.

Finalmente, comentar cómo se aborda el cierre de esta segunda parte. Y es que, al llegar a la recta final de la novela tendremos varias respuestas a cuestiones que nos plantearemos durante la lectura: ¿por qué hay una habitación cerrada en el barco y qué esconden allí? ¿Quién es y qué busca en realidad Rian? Y, más importante quizá, ¿cuáles son sus alianzas? Y algo que nos inquieta desde el primer libro, ¿por qué es importante la flor de luna?

Pese a que hay respuestas y a que creo que es muy alentador el cierre de esta segunda entrega, ya que abre muchas posibilidades de cara al desenlace, me pesa muy negativamente el que hayan esperado tanto para desvelar algunas cuestiones que merecían quizá más espacio en esta segunda parte, y así quitar tanto relleno del nudo de la trama. En mi opinión eso habría hecho una lectura mucho más interesante y dinámica, y habría centrado mucho más la trama en torno a lo que de verdad es el core de la historia. La realidad es que para hacer una trilogía la autora ha extendido la narración incluyendo más territorios y personajes, en detrimento de hacer foco en Kandala y en sus verdaderos problemas internos – que no son pocos-.  Una pena. Habrá que ver cómo termina la historia y si la autora da el do de pecho cerrando todos los hilos que ha abierto.